Cómo encontrar tu misión de vida (aunque no tengas idea por dónde empezar)
Una guía sencilla para conectar con lo que realmente viniste a hacer.
Cuando estaba en la escuela, siempre intentaba encajar con los demás.
A los 10 años me hicieron bullying, y desde entonces aprendí a moldearme según lo que se suponía que debía ser como un mecanismo de supervivencia.
Me volví un experto en fingir.
Por eso, durante mi adolescencia me costaba decir lo que realmente pensaba o hacer lo que de verdad quería.
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Y claro, con esa programación, me resultó casi imposible saber qué quería estudiar en la universidad.
O más bien, se volvió muy fácil.
Simplemente elegí lo que todos eligen:
Elegí negocios.
No porque me apasionara la carrera.
Elegí negocios porque parecía lo más “seguro”.
Porque seguía el guion: tener un buen trabajo → escalar en el mundo corporativo → casarme → tener hijos → retirarme → y eventualmente morir.
El problema es que yo no quería esa vida.
Mi noche oscura del alma
Durante el COVID, mi vida tomó un giro inesperado porque pasé por mi noche oscura del alma.
Un período intenso de confusión, vacío, ansiedad y depresión. Un infierno.
Pensaba que no podía haber algo peor.
Me jalaba los pelos y le suplicaba a Dios que me quitara ese sufrimiento.
Solo quería retroceder el tiempo y volver a cuando “todo estaba bien”.
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Hoy entiendo que esa oscuridad fue el momento más importante de mi vida.
Porque fue al tocar fondo que conecté con lo que realmente importa.
Con algo más profundo. Algo que existe más allá del ego.
Y desde esa conexión, nació en mí un deseo genuino de servir.
De ese deseo nació mi misión:
Ayudar a las personas a expandir su conciencia, vivir con más presencia, y encontrar más libertad y alegría en su vida.
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Una misión no es una carrera, ni una profesión, ni una meta.
Tus intereses, pasiones, habilidades… incluso tus objetivos pueden cambiar.
Eso forma parte de evolucionar como ser humano.
Pero cuando conoces tu misión, tienes un norte.
Un hilo que une todo lo que haces y le da sentido a cada paso.
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En mi caso, empecé mi camino profesional creando una app de meditación.
Y ahora, como forma de sostenerme, estoy por lanzar un programa para ayudar a coaches, terapeutas y psicólogos a crecer en X y atraer a su cliente ideal.
(Si te interesa, puedes escribirme por mensaje directo aquí).
Sé que este proyecto no es la expresión definitiva de mi misión… pero sí es un paso que la nutre.
Porque estoy aportando valor al mundo y ayudando a otros a vivir con más libertad.
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Hoy quiero compartir contigo cómo tú también puedes descubrir tu misión…
Para que puedas empezar a vivir en coherencia con lo que realmente viniste a hacer.
Las 4 fuentes de donde puede nacer tu misión
Desde mi punto de vista, hay cuatro formas principales desde donde puede nacer tu misión de vida (y muchas veces se entrelazan entre sí):
1. Infierno
Tu infierno suele ser esa etapa en la que tocaste fondo —ya sea a nivel mental, físico o espiritual.
Tu infierno puede convertirse en tu misión (y muchas veces lo hace), porque aquello que más te dolió es también lo que más te impulsa a ayudar a los demás.
2. Cielo
Tu “cielo” es ese estado de expansión, realización o plenitud que despierta en ti el deseo de compartirlo con los demás.
Puede ser una experiencia espiritual, un logro, o simplemente un momento en el que dijiste:
“Esto es lo que quiero hacer por el resto de mi vida.”
3. Tu enemigo
Tu enemigo representa aquello que no estás dispuesto a aceptar: una forma de vida, una mentalidad o un sistema.
Te da una misión porque refleja lo que deseas transformar en el mundo.
4. Tu identidad aspiracional
En el lado opuesto de tu enemigo está tu identidad aspiracional:
La versión de ti mismo que deseas encarnar, y que también puede inspirar a otros a transformarse.
Tu misión puede nacer del deseo de vivir alineado con esa identidad ideal y de compartir el camino con quienes aspiran a lo mismo.
Encuentra el hilo que une tu historia
Al leer esto, probablemente estás haciendo conexiones y generando ideas.
Es normal que más de una de estas fuentes resuene contigo.
Quizás tu misión nace de un infierno, pero también se alinea con una identidad aspiracional.
O tal vez rechazas profundamente algo (tu enemigo), y eso te ha llevado a buscar una forma de vida más auténtica (tu cielo).
No tienes que encasillarte en una sola.
Lo importante es que encuentres el hilo común.
Ese hilo es tu misión.
Un ejercicio práctico para descubrir tu misión
Sé que no es fácil sentarte frente a la pantalla e intentar definir tu misión.
Por eso, preparé un prompt (una serie de instrucciones) que puedes usar con una IA como ChatGPT para que te entreviste y te ayude a descubrirla.
Este prompt te hará preguntas sobre tu historia, tus experiencias y tus valores, y al final te dará un resumen con lo más importante.
Solo tienes que copiar y pegar el texto de este documento en el chat.
Nota: la IA no es perfecta, pero puede ayudarte a reflexionar. Cuanto más precisas sean tus respuestas, más claridad obtendrás.
La claridad sin acción no sirve de nada
Después de tener una idea aproximada de tu misión (y está bien si aún no está del todo clara), quiero que te preguntes:
¿Qué aspectos de mi vida se alinean y nutren mi misión?
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Y aún más importante…
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¿Qué aspectos de mi vida no se alinean con mi misión?
Quizás sea tu trabajo, tus hábitos o incluso ciertas relaciones.
¿Qué cambios tengo que hacer para acercarme a la vida que realmente quiero vivir?
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Es fundamental crear esa alineación entre tu misión y tus acciones porque de nada sirve tener claridad si tu vida sigue orientada en otra dirección.
La coherencia entre lo que eres, lo que haces y lo que sueñas es lo que te permite construir una vida más plena y con sentido.
Conclusión
Espero que este post te haya sido útil.
Me encantaría saber en los comentarios qué te gustaría ver en el futuro:
¿Más contenido sobre autoconocimiento?
¿Más meditaciones?
¿Más temas de desarrollo personal?
Te leo.
Un abrazo,
Matías
Hola, Matias. Este escrito ha sido espléndido de leer, sobre todo porque me he identificado bastante; yo tampoco sabía qué estudiar, así que entré a la licenciatura en negocios, luego cuando me gradué —hace tres años— entré en un vacío existencial que hasta la fecha no he logrado salir del todo de él, pero mensajes como el tuyo me dan ánimos para continuar y encontrar mi misión de vida.
Nuevamente, gracias. Es la primera vez que te leo, por lo tanto será un placer seguir aquí ✨🙏🏽
Maravilla de texto y ejercicio Matías 😍 mucho valor en lo que aportas, muchas muchas gracias 🙏✨